Los precedentes del primer vino ecológico de Galicia. Esther Teijeiro se convirtió en pionera de la viticultura biológica tras comprobar el alarmante empobrecimiento de los terrenos por el uso continuado de herbicidas
El experto en edafología Claude Bourguignon comenzó a divulgar las técnicas de agricultura biológica entre los bodegueros de Borgoña al constatar un hecho inquietante: la actividad microbiana en el suelo de algunas viñas de la prestigiosa región francesa era menor que en el desierto del Sáhara.
Sin necesidad de estudios ni de análisis, Esther Teijeiro, la primera elaboradora de vino ecológico de Galicia, llegó hace años a la misma conclusión en sus viñas de Mourelos.
El experto en edafología Claude Bourguignon comenzó a divulgar las técnicas de agricultura biológica entre los bodegueros de Borgoña al constatar un hecho inquietante: la actividad microbiana en el suelo de algunas viñas de la prestigiosa región francesa era menor que en el desierto del Sáhara.
Sin necesidad de estudios ni de análisis, Esther Teijeiro, la primera elaboradora de vino ecológico de Galicia, llegó hace años a la misma conclusión en sus viñas de Mourelos.
«Vin que a terra se quedaba desértica. Algo lle notei que non me pareceu normal e díxenlle adeus aos herbicidas», explica la bodeguera chantadina, que cultiva la ribera del Miño en la margen de O Saviñao.
Las consecuencias de la contaminación de los terrenos por el uso abusivo de herbicidas y tratamientos fitosanitarios no se terminan en el viñedo. Detrás de los problemas de fermentación cada vez más frecuentes, por citar sólo un aspecto relacionado con la calidad de los vinos, están las prácticas poco respetuosas con el medio y la salud.
Cuando tomó la decisión de renunciar a los herbicidas, Esther Teijero no pensaba todavía en el distintivo biológico, pero tenía muy claro el concepto de seguridad alimentaria. La idea, recuerda, «era deixar medrar a herba e o que saíse da viña que fose bo. Logo vimos a posibilidade de facelo ecolóxico e tamén prescindimos dos tratamentos sistémicos».
La gran diferencia de los vinos ecológicos con respecto a los convencionales radica en las prácticas vitícolas. Si en la bodega es suficiente con aplicar unos niveles de sulfuroso ligeramente inferiores, en la viña hay que descartar todos los productos curativos que absorbe la planta (sistémicos y penetrantes) para superar los análisis periódicos que realizan los técnicos del consejo regulador.
Vuelta al pasado.
Fundamentalmente, la viticultura ecológica consiste en una vuelta a las prácticas más tradicionales: cava y desbroce a la hora de eliminar las malas hierbas, y caldo bordolés y azufre para prevenir las enfermedades mediante la protección externa de la planta.
Incluso con los tratamientos autorizados, existen unos niveles máximos por hectárea que si se superan implican la descalificación de la finca. «Na Ribeira Sacra, os socalcos favorecen a retención de sustancias no solo, pero non é ningún problema aplicando somentes os tratamentos que fan falta», explica un técnico de Agricultura Ecolóxica.
DIEGO DE LEMOS: BLANCO Y TINTO
El vino ecológico de Esther se comercializa con el nombre de Diego de Lemos, y tiene, además de la etiqueta de Agricultura Ecolóxica de Galicia, la de la denominación de origen Ribeira Sacra.