El viajero que se allegue a esta zona de singular belleza podrá disfrutar de parajes imponentes, recorrer en catamarán los suaves cañones del río Miño, adentrarse en otro mundo y disfrutar de un escenario salpicado de viñedos y monasterios que durante siglos, alejados del mundanal ruido y al amparo del clima benigno de estas tierras, dedicaron su tiempo y su sabiduría a honrar a Dios y a los hombres estudiando los secretos de la vid.
¿Qué mejor para recobrar fuerzas que hacer un alto en el camino para degustar el primer vino ecológico de Galicia en la bodega Diego de Lemos, acompañado por una selección de productos ecológicos que con tanto mimo y esmero cultiva, desde hace años, Esther Teijeiro?
Y para quien desee experimentar un fin de semana único en plena naturaleza, Esther dispone de un pequeño y acogedor alojamiento, realizado en piedra y madera y perfectamente equipado para pasar la noche en este idílico lugar.
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